Realicé la traducción completa al español de la nota para el blog www.autoanalisis.com.ar.
Acá les dejo un resúmen, pueden ver el resto de la nota en la página, ya que tiene tablas, videos que no son de YouTube y varias cosas que el formato de T! no admite.
Espero que les guste

Tirándole la lengua a algún veterano en una exhibición de autos, se despachó largo y tendido sobre cómo los nuevos “ponycars” simplemente no tienen comparación con los de finales de los 60 y principios de los 70.
¿Qué hay de cierto en estos desvaríos?
Para averiguarlo, juntamos a tres “ponycars” actuales de altas prestaciones y los juntamos con sus ancestros de la época dorada.
Confrontamos a un Camaro SS 2011 contra el SS396 del ’69 que inspiró su diseño, un Challenger SRT8 2011 con su homónimo del ’70 que tanto se le parece (el nuestro es un R/T SE 440 Six Pack), y un recién salido Shelby Mustang GT500 convertible con su antepasado del ’69.
Los echaremosa rodar en un tramo de carretera cerrada en el Parque Griffith de Los Ángeles para ver que pasa, pero primero echémosle un vistazo a los viejos buenos tiempos.
La década de 1960 fue una época dorada para los fabricantes de automóviles estadounidenses.
Los molestos importados avanzaban poco a poco con su penetración, pero a finales de 1970 apenas representaban poco más del 11 por ciento de las ventas.
El diseño tenía la supremacía, y los diseñadores no estaban condicionados por medidas de seguridad para los peatones, pruebas de choque, normativas sobre paragolpes, aerodinámica, etc. La gasolina era abundante y barata, y los ingenieros buscaban la manera de quemar la mayor cantidad posible en modelos con prestaciones astronómicas, que dieron a las marcas grandes titulares y dispararon sus ventas.
La variedad de automóviles también crecía, con nuevas plataformas de variados tamaños y configuraciones apareciendo durante todos los ’60.
Todos esos bebes concebidos por los veteranos de la Segunda Guerra Mundial que volvían a casa, eran ahora adultos dispuestos a comprar sus primeros coches nuevos, y representaban el 20 por ciento del mercado.
No querían el auto de papá.
Ellos querían un coche para llevar a su chica al asiento trasero, algo con un largo capó fálico, dos puertas, y un pequeño y coqueto baúl.
Querían ponycars.
Para hacerlos accesibles, los fabricantes utilizaron las plataformas de sus autos compactos y ubicaron los precios apenas por encima de éstos (Dodge y Plymouth comenzaron a utilizar plataformas medianas en 1970).
La fórmula fue exitosa, y en 1970 los “pony” llegaron a medio millón de ventas anuales.
Seguir leyendo en la página de Auto Análisis



PARA INICIAR LA DESCARGA DARLE CLICK EN EL SIGUIENTE ICONO:
Categories:
Autos Y Motos
0 comentarios :
Publicar un comentario