Nadie en su sano juicio puede cuestionar que una persona proteja sus derechos. Harto se ha discutido aquí y en otros medios sobre la piratería, las copias privadas y otros asuntos similares. Sin embargo, ciertas políticas empresariales exceden en mi opinión esos derechos metiéndose de pleno con los de sus clientes.Online Pass es una de estas políticas. ¿En que consiste? En lo siguiente; compro un juego original de forma legal en una tienda especializada al momento —o cerca de— su lanzamiento. Con él se me entrega mi pase para jugar en línea, una especie de código personal que me acredita como propietario del juego para jugarlo, valga la redundancia, en línea. Disfruto de mi juego, o no, no importa, lo juego una cantidad de tiempo, y yo, como no soy un coleccionista obsesivo… bueno no es mi caso, así que cambiemos la persona, entonces, el usuario, que no es un coleccionista obsesivo, decide que ya el juego no lo divierte más y se lo va a quitar de encima, dándole la oportunidad a otra persona de jugarlo. Lo vende, caro, barato, lo regala, no interesa. Y aquí el quid de la cuestión: el que adquiere el juego, no sólo debe pagar por el videojuego que compra al dueño de segunda o tercera mano, sino que también lo debe hacer a la compañía distribuidora del mismo.
Hagamos una analogía con la vida física, de esas que les encanta hacer a los fanáticos antipiratería. Supongamos que compro un automóvil, y que cuando lo quiero vender, tengo que pagarle a la marca que he adquirido un porcentaje del auto para poder conducirlo por la calle. A ver si me explico, a la empresa automotriz no le alcanzaría con cobrarme el sobreprecio que le pone la compañía a los costos de fabricación, materiales y almacenamiento, sino que aparte quiere cobrarme un plus por autorizarme a conducirlo. Caray, negocio redondo. Yo, fabricante de autos, saco una sola serie, y luego me hecho a dormir mientras esa serie se vende y revende en el mercado de usados, total tengo asegurado mi dinerillo de por vida. Quizás en un futuro, cuanto me harte de rascarme el ombligo viviendo de regalías, me ponga a diseñar y fabricar otro coche. ¿No notan nada abusivo en esto?
Si en un producto tangible la cosa no termina de convencernos, imaginen como cae el asunto en un objeto virtual. Es como que las cosas se están pasando de gris oscuro. Vale aclarar que estos embrollos económicos no los hacen las pequeñas compañías que necesitan del apoyo de sus fans para poder continuar con el desarrollo de sus productos. Todo lo contrario, lo hacen mega corporaciones que venden millones de copias a 60 euros, que muchas veces no valen ni un décimo del precio que pretenden cobrarnos —aunque eso son juicios de valor en los que no quiero entrar ni competen a este artículo—.
¿A qué lleva esto? A que el producto termina siendo crackeado hasta el hartazgo, quizás con mucha más saña de lo que normalmente se hace. Donde crackers terminan convirtiéndose en héroes gracias a estas acciones típicas de filibusteros y prestamistas usureros, rol que toman las compañías distribuidoras —o como es el caso de Mortal Kombat 9, la misma compañía de desarrollo que olvida que en sus orígenes también sufrieron los embistes de intolerantes los de turno—.
En resumen para mi Online Pass es una aberración, me hace sentir que realmente no estoy adquiriendo un producto, sino que estoy obteniendo una entrada a un parque de diversiones. Vuelvo al hecho de que si las compañías pretenden seguir cobrándonos precios abusivos por productos no físicos, es de logreo querer cobrar tarifas por lo que yo hago con el producto una vez que es mío. ¿Es mío o no es mío?, ¿existe o no existe?, decidámonos. Estas políticas confunden a la gente, indignan al comprador, que siente impotencia al verse castigado por atenerse a la ley. Y acciones así, con lo simple que hoy día es adquirir un juego pirata, y con la actual crisis económica que sacude al planeta, no es muy difícil deducir qué va a hacer una persona que tiene que pensar muy bien en que utilizar su ajustado presupuesto para diversión. Sería bueno que las empresas de entretenimiento alguna vez razonen con sus cabezas y no con sus bolsillos, que entiendan que este tipo de políticas pueden volver al público su peor enemigo. ATENCIÓN! ENLACE DE DESCARGA UNICO POR MEDIAFIRE CUALQUIER ENLACE DAÑADO ME AVISAN.-
PARA INICIAR LA DESCARGA DARLE CLICK EN EL SIGUIENTE ICONO:
0 comentarios :
Publicar un comentario